jueves, 1 de marzo de 2012

Malvinas: entre Pentrelli y un imperio atado con alambre


Quiero compartir el siguiente documento de un correligionario y amigo personal...

Malvinas: entre Pentrelli y un imperio atado con alambre
Federico T. M. Storani

Luis Pentrelli, fue un destacado futbolista que popularizó la expresión “toco y me voy” (touch and go). Culminó su dilatada carrera en el Racing Club de Avellaneda por la década del 60, tal vez por eso, la Presidente, eligió repetir la frase aludiendo a la presunta estrategia militar inicial en Malvinas, como un homenaje a El, reconocido fanático de Racing.

Además, la Presidente, anunció la publicación del “Informe Rattenbach” acerca de la actuación militar durante el conflicto, previo dictamen de una comisión constituida al efecto e instruyó al canciller para que presente una denuncia formal contra Gran Bretaña ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por la militarización del Atlántico Sur. Nada más.
Poco, muy poco para satisfacer las expectativas generadas ante un auditorio compuesto por la totalidad de los aplaudidores funcionarios oficialistas, y quizá por primera vez también constituido por la oposición política, tanto representantes de los Partidos como del sector sindical, quienes fueron convocados por una causa nacional, como es la reivindicación de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas.

El escenario montado en la Casa Rosada, la concurrencia y la Nación merecían más, mucho más.

El “Informe Rattenbach”, es archi conocido y su primera publicación se remonta a noviembre de 1983. La frondosa literatura sobre la cuestión Malvinas se refiere al mismo en sus diferentes aspectos: político, militar, estratégico, táctico y evaluación de nuestras fuerzas armadas durante la guerra.

La presentación del canciller Timerman ante el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, y sus declaraciones posteriores frente al periodismo ofreciendo como prueba fotografías de aviones británicos situados en las Islas, que podrían alcanzar el territorio de varios países de América del Sur (Argentina, Chile, Uruguay y el sur de Brasil) resulta extremadamente pobre y superficial. Un verdadero “touch and go” (toco y me voy).

El drama colonial de Malvinas es que se encuentra estancado entre los arrebatos espasmódicos de la estrategia argentina y la peligrosa voluntad de una nación en decadencia a la espera de algún acontecimiento mágico que le devuelva su grandeza.

A los británicos, más propiamente a los ingleses, les importa nada el destino de los habitantes de Malvinas, como lo demostraron durante decenas de décadas. Esperan que resulte económicamente redituable la explotación petrolera, mientras depredan la riqueza ictiocola cuyas consecuencias de degradación ambiental e impacto ecológico, pagaremos nosotros como país ribereño. En tanto, acechan desde el enclave colonial la Antártida, enorme fuente de recursos y la mayor reserva de agua potable.

David Cameron
No debería sorprendernos. El primer ministro conservador, David Cameron,  sueña con ponerse la peluca de Margaret Thatcher, “la dama de hierro o acero”, quien evaluó la alternativa nuclear durante la guerra de Malvinas y cometió el crimen de ordenar el hundimiento del Crucero “General Belgrano”, cuando navegaba fuera de la zona de exclusión que unilateralmente los británicos habían establecido, mediante los torpedos lanzados por el submarino nuclear “Conqueror”. Cualquier recurso era válido para llevar adelante su “revolución conservadora”, recomponer su alicaída imagen y atar con alambre el desvencijado imperio.

“Broken britain” (Gran Bretaña rota), en decadencia desde hace décadas es peligrosa. Los estallidos de violencia en su territorio el año pasado, revelaron que el 20% de los jóvenes entre 16 y 24 años, están desempleados y que se batió el record de rechazo de aspirantes a ingresar a las universidades. Un informe de UNICEF del año 2007, ubica a los niños británicos en el último lugar entre los países desarrollados, en el denominado “bienestar subjetivo”, es decir familia y relaciones interpersonales, pero primero en “riesgos conductuales” que incluyen acoso escolar (bullying), consumo de drogas y alcohol.

El otrora “taller del mundo” (the workshop of the world), como se la conoció por más de un siglo a Gran Bretaña, que dio lugar a una sociedad cohesionada y solidaria, “revolución conservadora” mediante, ha aumentado a niveles sin precedentes la brecha entre los sectores más ricos y los más pobres, donde su poderosa industria fue sustituída por la actividad financiera gobernada por la codicia que llegó a su punto culminante cuando los bancos fueron rescatados con el esfuerzo de los contribuyentes durante la reciente crisis, sin impedir que los ejecutivos de la City cobraran beneficios exorbitantes, indecentes. Decadencia moral, como dijo el propio David Cameron cuando era opositor.

Pero, los laboristas también han decepcionado. Los que nos ilusionamos, entre los que me cuento, cuando asumió Tony Blair, enarbolando “La Tercera vía” de Anthony Guiddens, comprobamos que continuó el cambio negativo del período Thatcher-Major. Además, se convirtió en el “caniche toy” de George W. Bush, como aliado incondicional de sus mesiánicas intervenciones para combatir “el eje del mal”, con el agravante de manipular y tergiversar documentos (Irak, 2003) para justificar las aventuras militares.

Es evidente la pérdida de influencia del Reino Unido en el mundo y el cálculo especulativo oportunista con el que actúa, tal como acaba de ocurrir, dándole una vez más la espalda a Europa. Sin embargo su poder no puede ni debe ser subestimado, menos aun cuando podrían estar tentados a montar una provocación que desvíe la atención de su difícil realidad.

Por ello, es imprescindible tener propuestas imaginativas, creativas y por sobretodo que den continuidad a nuestro reclamo.

A tal fin sugiero:
1.    Presentar todos los años ante la Asamblea General de Naciones Unidas una propuesta con la siguiente fórmula: “instar a que las partes, (el Reino Unido y la Argentina) discutan el futuro de las Islas en todos sus aspectos”. Esta fórmula tiene la ventaja de que ya ha contado con la aprobación apabullante de la inmensa mayoría de los países del mundo y que abarca necesariamente el debate sobre la soberanía y también los intereses de los habitantes de las Islas que deben ser respetados (cultura, educación, propiedades).
A una potencia como el Reino Unido con un asiento permanente en el Consejo de Seguridad le significa un importante costo político su negativa a cumplirla por una cuestión colonial.

2.    Instruir a los embajadores argentinos en todo el mundo para que organicen actividades alusivas a la cuestión, con el objetivo de mantenerla viva y de esclarecer su contenido auténtico.

3.    Coordinar entre los Bloques parlamentarios para que se presenten proyectos similares en los ámbitos donde existe una presencia argentina permanente, como son el Parlamento Latinoamericano  y la Unión Interparlamentaria Mundial.

4.    Cursar invitaciones desde los ámbitos académicos y el Parlamento para que visiten nuestro país integrantes de la Cámara de los Comunes y de los Lores, como así también académicos especialistas en Relaciones Internacionales.
Debe recordarse que el Reino Unido tiene un sistema político parlamentario y por lo tanto la acción sobre ellos es fundamental.

5.    Proponer la elaboración de una agenda política a los países que integran el Mercosur, que incluya el tema. Nuestra solidaridad con Brasil para defender sus derechos sobre la Amazonia tendría la reciprocidad de los nuestros sobre el Atlántico Sur.

La acción coordinada y constante para que la paz tenga su oportunidad en beneficio de todos: los habitantes de las Islas, el Reino Unido y la República Argentina.

Buenos Aires, 14 de febrero de 2012


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